A gran altitud el aire está enrarecido y hay menos oxígeno disponible, lo cual causa que la respiración aumente en frecuencia y profundidad para compensar. Está aclimatación nos ayuda a tolerar mejor la altura. Sentir mas falta de aire haciendo el mismo ejercicio que a nivel del mar, es normal.
Otros cambios ocurren en la sangre que a penas se notan, pero que permiten que la sangre transporte más oxígeno a donde haga falta.
Es frecuente desarrollar una tós seca en altura. No se sabe muy bien porqué pero salvo ser molesto, no conlleva mayor problema.
Ocasionalmente se pueden desarrollar problemas más severos con la respiración.
La acumulación de líquido en los pulmones causa un problema llamado Edema Pulmonar de Altura, o HAPE. Los síntomas incluyen severa falta de aire, y expectoración sanguinolenta y espumosa. Aquellos que han sufrido Edema Pulmonar tienen probablildades de volverlo a sufrir y frecuentemente a la misma altura. Es una condición seria (puede causar la muerte) y no se debe de ignorar.
En altura:
Camina despacio.
Descansa a menudo.
¡No es una competición! Unos se adaptan mejor que otros.
No hagas caso omiso de los síntomas de edema pulmonar. Busca ayuda médica si es posible y si hay dudas, desciende.
Antes de viajar:
Entrena haciendo el tipo de ejercicio que piensas hacer en altura. No sufras falta de aire por falta de forma físca.
Una senderista experimentada que formaba parte de una expedición de investigación médica llegó a 5200m y vió que el nivel de oxígeno en sangre lo tenía por debajo de lo que normalmente se require para estar vivo. Sus pulmones se estaban llenando de líquido, estaba mareada y tenía dificultades al respirar por la noche. El descenso era imposible sin tener que cruzar un paso alto de montaña. Le dieron acetazolamida 500mg seguido de 250mg 3 veces al día. Al cabo de 24 horas y mucha diuresis, su nivel de oxígeno en sangre estaba en el rango normal.