Viajar a gran altura puede tener varios efectos sobre el corazón. La disminución del oxígeno en el aire y el ejercicio pueden incrementar la frecuencia cardiaca. Normalmente esto no causa problemas, pero si tienes antecedentes cardiacos (ej. Angina de pecho) puedes forzar más el corazón. La tensión arterial puede aumentar en altura pero esto rara vez se siente.
Uno de los cambios producidos por la altura es el aumento de las células rojas en la sangre (para poder transportar más oxígeno). A su vez esto puede causar trastornos de la circulación al tener la sangre más densa. Con esto en mente, se debe beber mucho para mantenerse hidratado. Si tienes antecedentes cardiacos (ej: arrítmias, tensión alta, infarto o angina de pecho) debes hablar con tu médico antes de partir para asegurarte que lo que tienes planeado, no va a ser demasiado para tu corazón. Si tomas medicamentos, asegúrate de llevar suficientes para todo el viaje.
Si no tienes antecedentes, viajar en altura no forzará más el corazón que el ejercicio fuerte a nivel del mar.
Aquellos con anemias de células falciformes y hemoglobinopatías deben evitar los viajes a grandes altitudes por tener un alto riesgo de sufrir complicaciones.
En altura:
Camina lentamente.
Descansa frecuentemente.
Bebe suficiente líquido.
Si tienes problemas, no continúes el ascenso.
Si los problemas siguen, desciende
Antes de viajar:
Entrenar lo más posible.
Hacer ejercicio de la misma intensidad en casa para probarte.
Asegura una cantidad adecuada de todos los medicamentos que utilizas habitualmente
Durante un viaje con MEDEX mi tensión arterial se registró en 168/118. El médico del grupo me aseguró que era común durante el ascenso y que habitualmente volvía a bajar con la aclimatación. Me recomendó hacer muy poco durante el día de descanso aunque yo no sentía nada.